Sexología forense: Cuales son las Competencias
Sexología forense
La sexología forense es una disciplina que combina el conocimiento de la sexología con los principios de la medicina legal y la criminología para abordar aspectos relacionados con la sexualidad en el ámbito judicial. Esta rama de la ciencia estudia casos que involucran delitos sexuales, como abusos, agresiones o acoso, proporcionando análisis científicos que son fundamentales para la resolución de estos casos en los tribunales.
La sexología forense no solo busca esclarecer los hechos desde un punto de vista biológico y psicológico, sino también entender los comportamientos sexuales, su impacto en las víctimas y las características de los agresores.
Esta disciplina juega un papel crucial en la administración de justicia al proporcionar evaluaciones precisas de daños psicológicos, reconstrucción de eventos y análisis de pruebas biológicas. Los profesionales de la sexología forense colaboran con abogados, jueces y fuerzas del orden, utilizando herramientas como entrevistas, peritajes médicos y pruebas científicas.
Objetivo de la Sexologia Forense
Identificar en las personas vivas y en cadáveres que se encuentren sujetos a investigación ministerial, las alteraciones ginecológicas, andrológicas y proctológicas producidas por una causa externa, con base en las cuales el perito médico aporta a las autoridades, los elementos técnicos y científicos que les sirven de base para integrar los delitos relacionados con la sexualidad y la reproducción.
Competencias de la Sexologia Forense
Adquirir la habilidad para determinar la existencia o no de lesiones ginecológicas, andrológicas y proctológicas que sean compatibles con las producidas en la comisión de delitos contra la libertad y normal desarrollo psicosexual, así como también las de orden ginecológico que se producen en el delito de aborto.
Concepto de la Sexologia Forense
La sexología estudia la sexualidad del ser humano, el comportamiento sexual y sus diferentes manifestaciones, desde el punto de vista psicológico y fisiológico. La palabra sexo proviene de sexare (separar, sección) y comprende todo aquello que tiene que ver con la diferencia, del hecho de ser, sentirse y expresarse como hombre y mujer.
En medicina forense implica el análisis de los cambios fisiológicos, así como de las alteraciones orgánicas de orden sexual relacionadas con la comisión de delitos. Merece especial atención la exploración física en este campo, ya que con ella el médico forense reúne los elementos necesarios para auxiliar al Ministerio Público y al Juez en su labor.
Embarazo y Sexologia Forense
El embarazo es la serie de cambios fisiológicos, morfológicos y metabólicos que se presentan en la mujer durante el periodo que discurre desde la implantación del huevo o cigoto en el útero hasta el momento del parto.
La definición legal del embarazo sigue la definición médica utilizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), para la cual, el embarazo inicia cuando termina la implantación, que es el proceso que comienza cuando se adhiere el blastocito a la pared del útero (unos 5 o 6 días después de la fecundación), entonces éste, atraviesa el endometrio e invade el estroma.
El proceso de implantación finaliza cuando el defecto en la superficie del epitelio se cierra y se completa el proceso de nidación, comenzando entonces el embarazo. Esto ocurre entre los días 12 a 16 tras la fecundación.
El término del embarazo puede resolverse médicamente a través del parto natural o realizando una cesárea y puede también induciéndolo de manera ilegal. Dependiendo las semanas de gestación en las cuales se presenta el momento del parto se clasifica como:
- A término, cuando ocurre dentro de 37 y hasta 41 semanas de la gestación.
- Pretérmino, cuando ocurre antes de 37 semanas de la gestación.
- Postérmino, cuando ocurre posterior a 42 semanas de la gestación.
El embarazo en la especie humana dura 40 semanas desde el primer día de la última menstruación o 38 semanas desde la fecundación, lo que en meses suman aproximadamente nueve. De manera general se divide en trimestres y es en el primero de ellos, donde existe mayor riesgo de abortos espontáneos, pero también, su interrupción de manera ilícita.
En el segundo trimestre es el momento donde su diagnóstico se confirma y se inicia seguimiento médico. El inicio del tercer trimestre se considera el punto de viabilidad del feto, es decir, el momento a partir del cual puede sobrevivir por sí mismo fuera del útero materno, considerando que el aparato respiratorio se encuentra perfectamente formado, aunque no ha terminado de madurar.
Diagnóstico de embarazo
El médico forense, con base en el examen físico de la madre, ya sea que esté viva o muerta, deberá identificar en primera instancia los signos, síntomas y otras evidencias con el fin de establecer el diagnóstico de embarazo reciente, tales como:
- Cloasma.
- Oscurecimiento de la línea alba en el abdomen.
- Estrías abdominales (sucede en etapa tardía del embarazo).
- Secreción de calostro.
- Corpúsculos de Montgomery.
- Hiperpigmentación areolar y de pezones.
Además para confirmarlo se puede hacer una determinación de gonadotropina coriónica en busca de valores altos, ya que esta hormona se encuentra presente durante los siguientes 10 días de la evacuación del útero. Asimismo, deberá detectar signos de evacuación reciente del útero, los cuales constituyen también elementos médico-legales que contribuyen al diagnóstico.
Debe reconocerse la dilatación, el pinzamiento y las lesiones en el cuello uterino, así como la salida de secreción sanguinolenta. En caso de aborto inducido es factible encontrar desgarros, quemaduras químicas y otros signos de violencia. Cada fluido encontrado debe ser aspirado con pipeta y enviado al laboratorio de toxicología.
En la autopsia de una mujer de quien se sospecha sufrió un aborto, además de los signos de evacuación reciente, se deben rastrear aquellos que indiquen que hubo un embarazo, un aborto y asociar con la causa de muerte.
Se deberá encontrar el cuerpo amarillo en uno de los ovarios para confirmar que existió embarazo. De igual manera es conveniente buscar en el útero la presencia de residuos placentarios. Otro análisis consiste en tomar secciones de tejido mamario y estudiar histopatológicamente el grado de actividad secretoria de la misma.
Es recomendable tomar muestras para análisis toxicológico para rastreo de sustancias abortivas tanto naturales como sintéticas, medicamentos en los que se destacan las prostaglandinas (misoprostol) y oxitócicos, así como la presencia de drogas de abuso y alcohol.
En mujeres vivas es preciso considerar que la embarazada puede cursar con amenaza de aborto, necesariamente se tienen que confirmar o descartar que ésta sea constitutiva o no de un delito, ya que en estos casos, puede existir la acción y la voluntad de la mujer o un tercero para la expulsión del producto.
Para el diagnóstico de amenaza de aborto se deberá explorar si existe hemorragia vaginal y las características de ésta, la presencia de dolor tipo cólico abdominal en relación a las contracciones uterinas e investigar los niveles de gonadotropinas coriónicas que pueden ser normales.
Es conveniente también explorar la presencia de aborto inevitable, en el que la hemorragia y el dolor abdominal persisten hasta la expulsión del producto y los niveles de gonadotropina coriónica son bajos.
Información del Autor
Fuentes bibliográficas
- Takajashi Medina, Felipe; 2019; Medicina forense; Editorial El Manual Moderno; Ciudad de México, México
Última actualización: [02/12/2024]